CafePoetas es un Blog sin animo de lucro donde se rinde homenaje a poetas de ayer, hoy y siempre.

26 de abril de 2024

LAS LLAVES

 




He llegado a ser tu caja de caudales,
tu caja de secretas cerraduras,
y me has llenado de años,
moneda a moneda.

Ábreme, tiempo,
toma tus años,
todos,
o al menos algunos,
los últimos,
algunas decenas.

Yo te ofrezco a cambio
la plata de mis sienes,
las ricas pinturas
sobre los muros de mi alma,
mis sufrimientos
petrificados como en Pompeya,
bajo la lava, bajo las cenizas ardientes
de mi corazón,
las estatuas de mármol
-recuerdos de mujeres amadas-.

Yo te hago el don
de Castalia,
de mis lágrimas no lloradas,
y de todo,
a cambio de algunas docenas de años
que tú me has confiado,
y yo te ruego
de rodillas
que me los tomes de nuevo...

¿Por qué este silencio?
Parece como si no escuchases nada,
ni siquiera me miras...
En definitiva, esos años son los tuyos,
no los quiero;
tú me conoces, no soy un usurero,
no me gustan las riquezas.
¿Odié a los ricos
por ser yo
tan rico....

Abre,
vuelve a tomar los años,
vete, no te pido ningún alquiler,
aunque los haya alojado
en mi carne...
Tiempo, ¿estarás sordo?
¿Ya no comprendes el rumano?
No finjas, yo tengo bastante
con ser el depositario
de los centavos
de los años...

¿Pensaste que no los iba
a contar?
Pues bien, no. Al principio,
cuando todo me parecía
una burla, sí;
hoy estoy harto,
tus años pesan cada vez más,
su metal es cada día más sombrío,
su canto dentado hiere,
el águila tiene el aire de una fiera,
con cabeza de muerto.

No quiero nada más.
Me pongo de rodillas,
beso los bordes de tu eternidad,
me humillo ante ti:
no me abandones,
vuelve a tomar tus años,
no me hagas levantar la voz,
escúchame,
¡ábreme!

¡ Ah, miserable,
has perdido las llaves!

Mihai Beniuc

25 de abril de 2024

INTIMIDAD






Soñamos juntos
juntos despertamos
el tiempo hace o deshace
mientras tanto.

No le importan tu sueño
ni mi sueño
somos torpes
o demasiado cautos.

Pensamos que no cae
esa gaviota
creemos que es eterno
este conjuro
que la batalla es nuestra
o de ninguno.

Juntos vivimos
sucumbimos juntos
pero esa destrucción
es una broma
un detalle una ráfaga.

Un vestigio
y un abrirse y cerrarse
el paraíso.

Ya nuestra intimidad
es tan inmensa
que la muerte la esconde
en su vacío.

Quiero que me relates
el duelo que te callas.

Por mi parte te ofrezco
mi última confianza.

Estás sola
estoy solo
pero a veces
puede la soledad
ser
una llama.

Mario Benedetti

LA HUIDA






Ten cuidado, no pierdas un instante,
el más terrible perseguidor
de ti eres tú mismo.

Huye, huye, huye de ti, huye con todas tus fuerzas
porque nada puede haber más terrible
que sentir que nos agarramos nosotros mismos, furiosos,
por los hombros, por la cintura.

¡Detente! ¿A dónde vas? Porque tú has robado
y derrochado sobre todos los caminos
todas las monedas del amor, del orgullo.

¡Responde! ¡No huyas! Aturdido
te miras en tus propios ojos como en un espejo.

Quisieras mentir, pero ninguna mentira
es posible ante tu propio yo
cuando en verdad yo ignoro si hay alguna ventaja 
para ella en tales circunstancias
y para el que la dice, para aquel que la escucha,
aunque fuese mejor comprendida que en otro momento.

¿O conoces quizás otra salida? Párate, de pronto,
porque tu yo te adelanta
a fuerza de correr a tus talones,
y vuélvete de prisa y da marcha atrás.

Mihai Beniuc

24 de abril de 2024

TRUEQUE






Me das tu cuerpo patria y yo te doy mi río
tú noches de tu aroma yo mis viejos acechos
tú sangre de tus labios yo manos de alfarero
tú el césped de tu vértice yo mi pobre ciprés.

Me das tu corazón ese verdugo
y yo te doy mi calma esa mentira
tú el vuelo de tus ojos  yo mi raíz al sol
tú la piel de tu tacto yo mi tacto en tu piel.

Me das tu amanecida y yo te doy mi ángelus
tú me abres tus enigmas yo te encierro en mi azar
me expulsas de tu olvido yo nunca te he olvidado
te vas te vas te vienes me voy me voy te espero.

Mario Benedetti


EN MI SANGRE






Nada más tengo que decir,
que vengan otros, si así quieren,
a pescar en esta agua turbia.
Yo he vuelto las espaldas al poniente.

Como una peonía de corola arrancada,
miro el árbol gigante con asombro:
Veo un hombre pender de cada rama.
Yo no hubiera querido -¡no!- combatir aquí.
Vosotros, insaciables de las guerras,
¡venid, gustad sus frutos!

Sobre el mapa, el Espíritu del Mal está inclinado,
mordido en las entrañas de una sed insaciable
de espacio y sangre joven.
"¡Venid!", aúlla, oscura, la boca del abismo.

Nada más tengo que decir.
Hierven charcos de agua corrompida,
a cada paso yace alguno,
alguno del levante o del poniente.

¡Oh, hermanos míos, en mi sangre
llora la historia de mi tiempo!

Mihai Beniuc

23 de abril de 2024

ME SIRVE Y NO ME SIRVE

 



Me sirve y no me sirve
La esperanza tan dulce,
tan pulida, tan triste,
la promesa tan leve,
no me sirve.

No me sirve tan mansa la esperanza.

La rabia tan sumisa,
tan débil, tan humilde,
el furor tan prudente
no me sirve.
No me sirve
Tan sabia tanta rabia.

El grito tan exacto
si el tiempo lo permite,
alarido tan pulcro
no me sirve.
No me sirve tan bueno
Tanto trueno

El coraje tan dócil
la bravura tan chirle,
la intrepidez tan lenta
no me sirve.
No me sirve
tan fría la osadía.

Si me sirve la vida
que es vida hasta morirse,
y el corazón alerta sí me sirve.
Me sirve cuando avanza
la confianza.

Me sirve tu mirada
que es generosa y firme,
y tu silencio franco sí me sirve.
Me sirve la medida de tu vida.

Me sirve tu futuro
que es un presente libre,
y tu lucha de siempre
sí me sirve.
Me sirve tu batalla
sin medalla.

Me sirve la modestia
de tu orgullo posible,
y tu mano segura
sí me sirve.
Me sirve tu sendero,
compañero.

Mario Benedetti

LA GUERRA






Están los que juegan con su propia cabeza,
como una pelota única,
lanzada al alto,
contra la tierra,
atrapada en la mano,
golpeada con el pie,
pero no mas que una sola pelota.

Otros juegan con las cabezas ajenas,
con muchas cabezas a la vez, con todas.
Las agarran al vuelo, las tiran al aire
diestramente, sin que caiga ninguna,
tan bien que el horizonte se llena de cabezas
y el cenit
y los puntos cardinales.

Mihai Beniuc

22 de abril de 2024

EL AMOR ES UN CENTRO






Una esperanza un huerto un páramo
una migaja entre dos hambres
el amor es campo minado
un jubileo de la sangre
cáliz y musgo cruz y sésamo
pobre bisagra entre voraces
el amor es un sueño abierto
un centro con pocas filiales
un todo al borde de la nada
fogata que será ceniza
el amor es una palabra
un pedacito de utopía
es todo eso y mucho menos
y mucho más es una isla
una borrasca un lago quieto
sintetizando yo diría
que el amor es una alcachofa
que va perdiendo sus enigmas
hasta que queda una zozobra
una esperanza un fantasmita.

Mario Benedetti

UN HOMBRE ESPERA EL ALBA







Libreta militar, diploma de doctor
y algunos líricos tormentos.
Sobre la colina,
tranquilo,
el molino de viento.
El espejo del lago
se ensombrece en la tarde.
En una casa abandonada
llama el mochuelo.
Están lejos las estrellas.
Frescor.
¡Qué gran dicha es a esta hora
reunirse con los suyos
a la mesa
bajo la luz del quinqué!
A un extraño que pasa ladra un perro.
Solo.
Incluso los caminos llevan a las tinieblas.
Silencio.
Con diamantes -las estrellas- rasgan
el vidrio azul de la noche.
y el campo está desierto.
Un muro inacabado.
El barbecho, perfume de cicuta.
Aquí el maestro albañil
no enterró un alma en los cimientos.
Y mañana
saldrán al sol los lagartos
sobre las piedras calientes.
¡Mañana!
¡El sol!
Aquí hay un hogar de fuego.
Bajo cenizas, la brasa.
Viejos ramajes
avivan la llama.
El pasado es un tronco abatido de árbol
donde está sentado un hombre
con el rostro iluminado
por la llama.
Con el rostro iluminado,
un hombre
espera el alba.

Mihai Beniuc

21 de abril de 2024

COMO ARBOLES





Quién hubiera dicho
que estos poemas de otros
iban a ser míos.

Después de todo hay hombres que no fui
y sin embargo quise ser
sino por una vida
al menos por un rato
o por un parpadeo.

En cambio hay hombres que fui
y ya no soy ni puedo ser
y esto no siempre es un avance
a veces es una tristeza.

Hay deseos profundos y nonatos
que prolongué como coordenadas
hay fantasías que me prometí
y desgraciadamente no he cumplido
y otras que me cumplí sin prometérmelas.

Hay rostros de verdad
que alumbraron mis fábulas
rostros que no vi más pero siguieron
vigilándome desde
la letra en que los puse.

Hay fantasmas de carne
otros de hueso
también los hay de lumbre y corazón
o sea cuerpos en pena almas en júbilo
que vi o toqué o simplemente puse
a secar
a vivir
a gozar
a morirse.

Pero además está lo que advertí de lejos
yo también escuché una paloma
que era de otros diluvios
yo también destrocé un paraíso
que era de otras infancias
yo también gemí un sueño
que era de otros amores.

Así pues
desde este misterioso confín de la existencia
los otros me ampararon como árboles
con nidos o sin nidos
poco importa
no me dieron envidia sino frutos
esos otros están aquí
sus poemas
son mentiras de a puño
son verdades piadosas
están aquí rodeándome
juzgándome
con las pobres palabras que les di.

Hombres que miran tierra y cielo
y a través de la niebla
o sin sus anteojos
también a mí me miran
con la pobre mirada que les di
son otros que están fuera de mi reino
claro
pero además estoy en ellos.

A veces tienen lo que nunca tuve
a veces aman lo que quise amar
a veces odian lo que estoy odiando
de pronto me parecen lejanos
tan remotos
que me dan vértigo y melancolía
y los veo minados por un duelo sin llanto
y otras veces en cambio
los presiento tan cerca
que miro por sus ojos
y toco por sus manos
y cuando odian me agrego a su rencor
y cuando aman me arrimo a su alegría.

Quién hubiera dicho
que estos poemas míos
iban a ser
de otros.

Mario Benedetti